Escultura La Verema de Joaquín García Donaire a Monistrol de Calders

Any: 1968
Dimensiona: 190 x 100 cm.
Conjunt figuratiu força realista on es presenten dues figures femenines, els dos cossos es presenten nus; l'una en posició dreta amb raïm entre els seus braços i mans, l'altra, mig encorbada presentant feinejar en les tasques de la verema. Tot i tractar-se d'una escultura realista els volums de les formes són simples, tractats de forma sintètica, és a dir, amb detalls superficials sense caure en el realisme més pur. L'obra és de pedra de Sepúlveda.

Text: Mapa del Patrimoni de la Diputació de Barcelona.

Curiositats

Joaquím Garcia Donaire (Ciudad Real, 1926 - Madrid 2004). Segons es descriu a la "Real Academia de la Historia": "Nació en un entorno familiar de artistas. Su padre era ebanista y maestro de Vaciado en la Escuela de Artes y Oficios de Ciudad Real. Sus tíos Felipe y Antonio fueron escultores, y su tía Nieves, acuarelista. Con ocho años, Donaire acompañaba a la Escuela de Artes y Oficios a su padre y con doce será discípulo de su tío Felipe García Coronado. Sus primeras obras son de 1940, como el Retrato de su madre. Dos años después se traslada a Madrid para ampliar sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, siendo su maestro Enrique Pérez Comendador.

En esta época trabaja el modelado en barro y su escultura sigue una línea figurativa; se inician sus premios y reconocimientos, tanto para la escultura como para la pintura, que, aunque no era su actividad principal, siempre le dedicó un espacio importante de su tiempo, realizando numerosos paisajes manchegos y del entorno de Madrid, evolucionando al igual que en su escultura del realismo a la abstracción.

Poco después viaja a Sevilla con una beca para estudiar imaginería en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en la misma escuela en la que iniciará su labor docente como profesor auxiliar en 1951, años en los que se interesó por artistas como Picasso y luego por Henry Moore. En 1952 obtiene una beca del Gobierno francés que le permitió viajar a París, donde tuvo ocasión de conocer a Picasso. A su regreso a Sevilla en 1953 obtiene el primer premio del Salón de Otoño de Sevilla al que presentó La subida al Calvario. En 1954 está presente en la II Bienal de los Países del Caribe y celebra su primera exposición individual en Ciudad Real. Un año después obtuvo el Gran Premio de Roma que conllevaba una beca de residencia y estudio de cuatro años en la Academia Española de Roma, coincidiendo con sus compañeros de la Escuela de San Fernando: Rafael Reyes Torrent, Blanca Mac Mahon y Francisco Echauz. Durante su estancia en Roma participará en numerosas exposiciones, tanto nacionales como internacionales: Venecia (1956), Madrid (1958), Bruselas (1958), Roma (1958), y obtiene la primera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes con Mujer romana (1957). En 1959 regresa a España, casado y con un hijo, se instala en Ciudad Real y realiza el Paso procesional del Resucitado para la Comisión de Semana Santa. En 1962 nace su segunda hija dando lugar a numerosas obras realizadas sobre el tema de la maternidad.

En 1963 se instala en Madrid y participa del Grupo de los Cinco Escultores (que luego serán seis y más tarde siete) junto a Venancio Blanco, Jesús Valverde, César Montaña y Benjamín Mustieles. Luego se uniría José Carrilero y más tarde Juan Manuel Castrillón.

Estando, en aquellos años, en las más importantes manifestaciones artísticas relacionadas con la escultura. En esta época empieza a experimentar con planchas de cera y yeso y a tratar de aligerar la armadura tradicional. Participa en numerosas exposiciones: Nueva York (1964), Madrid (1966), La Haya (1967), en la Bienal del Middelheim (1969), Amberes (1969), Oslo (1969) y recibió diversos premios.

En la década de los setenta impartirá clases en la Escuela Central de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid hasta 1979, año en el que gana la cátedra de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. En 1985 ingresa como académico de número en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el discurso: El escultor Felipe García Coronado, en homenaje a su tío.

En 2002 se le dedicó una exposición antológica en el Museo de Santa Cruz de Toledo y dos años después murió en Madrid.

Pinturas: Paquillo, el pintor, 1952; Lagunas de Ruidera, 1967; Lago de Sanabria, 1974; Tierras de Cogolludo, 1976; Costa de Almería, 1997; Visita al Museo, 1991; Composición vertical en tonos claros, 1979; Bodegón de la Jarra Azul, 1998; Composición para un mural en tonos azules, 2000."